DECRETO 252/1988, de 29 de diciembre, por el que se aprueba el Plan Regional sobre Drogas de Castilla y León.

SecciónII - Disposiciones Generales
EmisorConsejeria de Cultura y Bienestar Social
Rango de LeyDecreto

Fecha del Boletín: 30-12-1988 Nº Boletín: 252 / 1988

DECRETO 252/1988, de 29 de diciembre, por el que se aprueba el Plan Regional sobre Drogas de Castilla y León.

En España el tráfico y consumo de drogas ilícitas empieza a tener cierta importancia en la segunda mitad de la década de los sesenta con el consumo de la cánnabis y sus derivados por ciertos sectores de la población. Paralelamente, y a partir de esa década el consumo de alcohol experimenta un progresivo aumento hasta la mitad de los años setenta, momento a partir del cual se produce una estabilización en los niveles de consumo. Por lo que se refiere al tabaco su consumo se ha incrementado de un modo muy importante entre la población española en los últimos veinticinco años.

A finales de la década de los setenta, España experimenta con cierto retraso con relación a los países desarrollados de Occidente, un significativo aumento y diversificación en el tráfico y consumo de drogas no institucionalizadas.

Desde 1980 y hasta el momento actual, el tráfico y consumo de drogas ilegales ha continuado en aumento en nuestro país convirtiéndose además España en un lugar de tránsito y distribución de heroína y cocaína a otros países, fundamentalmente europeos. La evolución del consumo ha sido distinta según las diversas drogas: así, mientras que el consumo de alucinógenos ha descendido y el de cánnabis y heroína parece que se ha estabilizado, el consumo de cocaína se ha incrementado en los últimos años y sigue en expansión.

En esta época y hasta la elaboración del Plan Nacional sobre Drogas la respuesta que se ofrecía se limitaba a un puñado de experiencias dispersas y descoordinadas, fundamentalmente de carácter asistencial, mediante la creación de dispositivos específicos, que correspondían más a una forma de proceder reactiva, espontánea y puntual que a una actuación global y planificada.

En el mes de octubre de 1984, en el debate sobre el estado de la Nación, se abordan los problemas derivados del tráfico y consumo de drogas y se pone de manifiesto la necesidad de desarrollar una acción coordinada, que cuente con la participación de todas las Administraciones Públicas, instituciones sociales y ciudadanos en general.

Tras este debate el Congreso de los Diputados aprobó en su sesión del 27 de octubre de 1984 una moción dirigida a la «Elaboración de un Plan de Prevención contra la Droga en que se contemple la reinserción social de los drogadictos».

Para cumplir este mandato el Consejo de Ministros constituyó un grupo de trabajo interministerial integrado por los departamentos con implicación más directa en este tema, encomendando la coordinación del mismo al Ministerio de Sanidad y Consumo.

En abril de 1985 se celebra la primera Conferencia Sectorial, a la que acuden representantes del grupo de trabajo interministerial y los Consejeros responsables de las drogrodependencias en cada Comunidad Autónoma y en la que estuvo representada Castilla y León junto con otras 14 Comunidades Autónomas más. Antes de la elaboración definitiva del Plan Nacional se realizaron otras dos Conferencias Sectoriales y otra serie de consultas a diferentes representantes de la sociedad. El Consejo de Ministros de 24 de julio de 1985 aprobó el Plan Nacional sobre Drogas, que recoge de forma general criterios y propuestas de actuación en materia de prevención, asistencia, coordinación y formación - investigación en drogodependencias, así como un conjunto de medidas particulares para colectivos específicos de población y de medidas prioritarias para la Administración Central y Autonómica durante el bienio 1985 - 1986.

Tal y como se formula en el texto del Plan Nacional las competencias para luchar contra la droga se reparten entre la Administración Central, Autonómica y Local. En el sexto punto de su capítulo primero el Plan Nacional propone la designación en cada Comunidad Autónoma de una Comisión de Coordinación en la que se integren las distintas Administraciones Públicas, que en el caso de Castilla y León se concretan en la actualidad en la estructura de coordinación que se recoge en el Decreto 214/1988 de 10 de noviembre.

En Castilla y León, como en el resto del Estado Español el principal problema de drogodependencias hasta el momento actual es el alcoholismo. En cuanto a los niveles del consumo de drogas ilegales nuestra Región se encuentra dentro de un paquete de Comunidades Autónomas con unas características socio - demográficas y socio - económicas similares a las nuestras, y en las que drogas como la heroína y la cocaína tienen un mayor protagonismo, aún a pesar de no presentar cifras elevadas de consumidores en términos absolutos por sus fuertes implicaciones sociales y sanitarias.

La heterogeneidad y descoordinación por una parte, y la insuficiente programación y continuidad en el tiempo por otra, de las actuaciones de prevención, asistencia y reinserción social de drogodependientes en nuestra Comunidad Autónoma, ponen de manifiesto la necesidad de un Plan Regional sobre Drogas que contemple las directrices, criterios, funciones y prioridades en materia de drogodependencias.

Con este fin en abril de 1988 se celebró un Encuentro Técnico Autonómico sobre drogodependencias en el que estuvieron representadas diferentes Entidades públicas y privadas de nuestra Comunidad Autónoma con implicación en este tema, y en el que se acordaron las grandes líneas de actuación del aludido Plan Regional sobre Drogas.

En junio de este mismo año la Consejería de Cultura y Bienestar Social publicó una Orden por la que se regula la acreditación de Centros y Servicios de Atención a Toxicómanos, que trata de asegurar que las prestaciones que realicen este tipo de centros cumplan unas condiciones mínimas de profesionalidad y de calidad asistencial.

Por otra parte el Decreto 214/1988, de 10 de noviembre, de la Consejería de Cultura y Bienestar Social por el que se regula la estructura de coordinación en materia de drogodependencias para la Comunidad de Castilla y León, encomienda en su artículo primero a la mencionada Consejería la elaboración del Plan Regional sobre Drogas, de acuerdo con el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que establece en su artículo 26 las competencias exclusivas de la Comunidad Autónoma en Asistencia Social y Servicios Sociales, así como el desarrollo y ejecución de la Legislación del Estado en materia de Sanidad e Higiene, promoción, prevención y restauración de la Salud.

En virtud de lo expuesto, y a propuesta del Consejero de Cultura y Bienestar Social, previa deliberación de la Junta de Castilla y León en su reunión de 29 de diciembre,

DISPONGO:

Artículo 1 º- Se aprueba el Plan Regional sobre Drogas de Castilla y León cuyas directrices aparecen en el Anexo I.

Art. 2.º- El mencionado Plan tiene como finalidad orientar las diferentes actuaciones que en materia de drogrodependencias se lleven a cabo en nuestra Comunidad Autónoma y servir de marco de referencia para el establecimiento de la necesaria cooperación y coordinación entre las diferentes Administraciones Públicas y Organizaciones no Gubernamentales que tienen su ámbito de actuación en nuestro territorio Autonómico.

DISPOSICION ADICIONAL

Se autoriza a la Consejería de Cultura y Bienestar Social a dictar cuantas disposiciones exija la ejecución de lo dispuesto en este Decreto.

DISPOSICION FINAL

El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el «Boletín Oficial de Castilla y León».

Valladolid, 29 de diciembre de 1988.

El Presidente de la Junta de Castilla y León.

Fdo.: JOSE MARIA AZNAR LOPEZ

El Consejero de Cultura y Bienestar Social,

Fdo.: FRANCISCO JAVIER LEON DE LA RIVA

A N E X O I

PLAN REGIONAL SOBRE DROGAS DE CASTILLA Y LEON

CAPITULO I
Introducción

El abuso de sustancias es un fenómeno que afecta a las esferas biológica, psicológica y social del ser humano. Nos engañaríamos si creyéramos que se trata de un fenómeno exclusivamente contemporáneo, ya en que diversos períodos de la historia se ha documentado la utilización abusiva de sustancias tóxicas por pequeños grupos sociales con las variadas justificaciones religiosas, filosóficas, políticas y sociales. Sin embargo las notas que caracterizan a las toxicomanías en el mundo actual son, por una parte la utilización ilegal de sustancias capaces de generar dependencia por los grupos de edad juvenil, y, por otra, la mayor conciencia de la sociedad acerca de la utilización marginal y marginadora de dichas sustancias así como de sus efectos físicos, psicológicos y sociales devastadores.

La predicción del riesgo que el uso indebido de una sustancia entraña para el individuo y la sociedad tiene que ver con distintos factores, entre ellos las propiedades de la sustancia objeto de abuso, la producción de un efecto de refuerzo que desencadene un comportamiento compulsivo de búsqueda, los posibles efectos farmacológicos que produzcan trastornos tóxicos y/ o del comportamiento a una dosis compatible con la autoadministración, así como la gravedad del cuadro de abstinencia.

Desde hace tiempo la O.M.S. insiste, a la hora de identificar los problemas sociales que se derivan del uso no autorizado y excesivo de sustancias, en la importancia que tiene el reconocer que no todos los problemas sociales que sobrevengan a quienes abusan de drogas son causados por el consumo de estas sustancias. De esta forma, el abuso puede relacionarse funcionalmente con dificultades biológicas, psicológicas o sociales preexistentes en la biografía del usuario. En cualquier caso, el abuso de drogas dificulta las relaciones personales y los...

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